Las mascotas son consideradas como un miembro más de la familia y forman parte del hogar, por lo que también se ven afectados durante un proceso separación o divorcio.
Está demostrado que los animales de compañía como perros o gatos también sufren con el divorcio o la separación de sus dueños, ya que son seres adaptados a unas rutinas, un entorno social y un territorio definido, y que además en caso de existir hijos menores suele establecerse un potente vínculo afectivo con ellos.
Existen distintas vías para resolver la custodia de mascotas en los divorcios y separaciones: